viernes, 2 de mayo de 2008

El Desfile de Silleteritos

Para los mayores, un compromiso; para los niños, un juego… que se vuelve tradición. Los hijos de los silleteros de Santa Elena reciben de sus padres todo el caudal de conocimientos asociados con el oficio.

En muchas ciudades de España y América, el oficio de carguero o costalero de las imágenes que desfilan en las procesiones de Semana Santa constituye una tradición familiar que se transmite de generación en generación. Situación similar se presenta con el oficio de silletero y, sobre todo, con el honor de participar en el gran desfile que cierra la feria. Uno de los bienes más preciados entre las familias de Santa Elena es poseer un contrato que les permita, con sus derechos y obligaciones, hacer parte oficial de la gran familia de silleteros. El contrato, acompañado del conocimiento ancestral sobre plantas, flores, construcción y porte de la silleta, se transmite de padres a hijos.

Algunas casas de Santa Elena conservan las cocinas tradicionales. La leña allí sazona las bebidas que darán aliento a los silleteritos durante su desfile. La niña es Berta Zapata, de la vereda Piedra Gorda.

Guardando el símil con la Semana Santa “chiquita” de Popayán (réplica por parte de los niños de las fastuosas procesiones), la fiesta profana de las flores también involucra a los pequeños, quienes tienen su propio desfile, tanto en Santa Elena como en un barrio de Medellín.

En el corregimiento de Santa Elena, que despliega ante los ojos de los visitantes sus extraordinarios paisajes, se viene celebrando de tiempo atrás el Desfile de Silleteritos. Este vistoso evento, que cada año tiene mayor acogida, es organizado por la Corporación de Silleteros de Santa Elena; allí desfilan cientos de niños entre cinco y doce años, des-cendientes de silleteros. Las escuelas y los colegios de las veredas también participan en el desfile con agrupaciones de danzas y otros espectáculos artísticos.

En este desfile preliminar, sin espectadores ni multitudes, sólo la naturaleza es cómplice de los sueños de los niños y niñas silleteritos. José Miguel Zapata Atehortúa, Jonatan Estiven Grisales Atehortúa, Daniela Zapata Atehortúa y Yesica Tatiana Grisales Atehortúa, de la vereda La palma.

Cada año, por medio de un sorteo, treinta de los niños presentes en el Desfile de Silleteritos de Santa Elena son elegidos para hacer parte del gran desfile de los mayores en Medellín. Tal es el caso de Carlos Andrés González, nieto del ex presidente de la Asociación de Silleteros de Santa Elena, don Jaime Atehortúa L. En compañía de otros, Carlos Andrés desfiló por primera vez en el desfile del 2006, y llevó a sus espaldas una silleta con un peso aproximado de treinta kilogramos.

De arraigadas tradiciones, la comunidad rural de Santa Elena refrenda, en el Desfile de Silleteritos, el compromiso con sus ancestros. Algunos de ellos desfilarán también en las calles de Medellín. María Vásquez, Sebastián Grajales, Humberto Soto, María Camila Soto y Estela Zapata, vereda Piedra Gorda.

Por otra parte, y como inicio oficial de la Feria de las Flores, en Medellín se programa el Desfile de Silleteritos. Este evento, que conserva el mismo formato del gran desfile, es decir, intercala la presencia de silleteros y grupos folclóricos, se celebra en un barrio que hace honor a la tradición: La Floresta. El desfile conmemorativo de los veinte años se llevó a cabo bajo el lema “Cuando pasan los silleteritos pasa el futuro de nuestra raza”, que expresa claramente la intención de afianzar, en las nuevas generaciones de la ciudad, esta rica tradición.

A lo largo y ancho de la vereda se constituyen toda suerte de pequeños y vistosos desfiles, que confluyen en el multicolor y bullicioso encuentro de los hijos de los silleteros, quienes festejan la tradición de sus mayores. Sandra Sepúlveda y Rubén Sepúlveda, de la vereda Piedra Gorda.


La marcha ligera nos habla de la emoción de las silleteritas. María Fernanda Alzate Vásquez y Ana María Vásquez, vereda Mazo.

No hace muchos años el oficio de silletero permitió el sustento a muchos pobladores de Santa Elena, cuya carga se vendía en la ciudad. Hoy, su significado es transmitido de padres a hijos, quienes lo asumen con orgullo. El niño es Miguel Ángel Alzate Hurtado, de la vereda Mazo.

En esta comunidad rural, a sólo 20 minutos de Medellín, se perpetúa generación tras generación el ritual silletero. Faber Alzate, Royer Alzate y Jorge Grajales, de la vereda Mazo.

La niña silleterita recibe la silleta de flores. En Santa Elena ser silletero es una tradición que se hereda. Andrea Alzate Rodríguez y Jeimi Paola Gallego, de la vereda Mazo.

Este caballerito ya es parte de la tradición silletera de Santa Elena. José Miguel Zapata Atehortúa, de la vereda La Palma.

Las niñas y niños hijos de los silleteros se aprestan a levantar la delicada carga, con la que desfilarán orgullosos frente a la multitud de asistentes al Desfile de Silleteritos en Santa Elena. Andrea Vásquez, Estefanía Grajales, Ana María Vásquez y María Fernanda Alzate, de la vereda Mazo.

Los niños silleteritos se aprestan a iniciar su recorrido por la vía central del corregimiento de Santa Elena. Intercalados, desfilarán junto a ellos grupos folclóricos de diferentes veredas, para hacer de este día una verdadera fiesta comunitaria.

En el desfile conmemorativo de los cincuenta años de los silleteros de Santa Elena, los niños rinden homenaje a sus mayores fallecidos.

Los pequeños hijos de los silleteros han visto por años a sus padres entre sus marcos floridos, y por hoy los emulan, como José Domingo Londoño, de la vereda El Placer.

De flores y de niños se viste la verde montaña de Santa Elena, y se colma de aplausos.

El rostro de la silleterita refleja el regocijo de los niños participantes en el Desfile de Silleteritos de Santa Elena.

Una lluvia de flores y una legión de niños colorean y alegran la montaña. Santa Elena acude entera a esta emotiva fiesta.

Emergiendo de las flores, las silleteritas y silleteritos cautivan el corazón de los miles que acuden a acompañarlos. Se destaca Juliet Cristina Grajales, de la vereda San Miguel.

Los niños participantes en el tradicional Desfile de Silleteritos del barrio La Floresta afianzan el compromiso con la tradición cincuentenaria de los silleteros.

En los cincuenta años del Desfile de los Silleteros, los niños silleteritos depositan sus silletas a manera de ofrenda a sus mayores fallecidos. Octavio Soto, vereda El Llano.

Texto: Juan Luis Mejía Arango

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